TESTIMONIO: Vida ordinaria y la santidad.
Siempre había querido vivir una vida recta, que me llenara, pero me daba cuenta de que existía un abismo entre mi vida ordinaria y mi vida de oración. Ahora no puedo señalar la diferencia entre la oración y las actividades ordinarias.
Soy más consciente de la presencia de Dios, y ya no puedo mirar al mundo sin hacer nada, sino que tengo que participar activamente en lo que pasa en la sociedad.
Es un desafío. Me he dado cuenta de lo que Dios me quiere y de la infinita misericordia que tiene conmigo, mi vida tiene sentido y me mueve el deseo de que otras muchas personas experimenten lo mismo.
Ngozi Okpara,
Profesora, Lagos, Nigeria. 4 de agosto de 1999
Tomado de: http://www.es.josemariaescriva.info/articulo/ahora-mi-vida-tiene-sentido